ULTRASONIDOS
en 1 a 3 sesión
Cuando el espejo te devuelve una piel un poco más flácida —en la mandíbula, el cuello, el tercio medio— no siempre necesitas pasar por quirófano. El ultrasonido médico (microfocalizado o de alta intensidad) trabaja a profundidad, justo donde nace el colágeno, para reafirmar y tensar tejidos con un tiempo de recuperación mínimo. Es la base tecnológica de tratamientos como el ultrasonido microfocalizado con visualización (MFU‑V) —empleado para lifting y tensado facial— y del HIFU (ultrasonido focalizado de alta intensidad), con aplicaciones tanto en piel como en remodelado corporal no quirúrgico. Su objetivo: estimular neocolagénesis de forma precisa y segura.
¿Cómo actúa?
El ultrasonido concentra energía en puntos exactos de las capas profundas de la piel (SMAS/dermis profunda). Ese calor controlado provoca microcoagulaciones que ponen a trabajar a tus fibroblastos: en semanas, generan nuevo colágeno y reorganizan el existente. Resultado: efecto tensor y mejor contorno sin alterar la superficie de la piel. En facial (MFU‑V/“Ultherapy®‑like”), hay evidencia de elevación de ceja, definición mandibular y mejora de líneas del escote; en corporal, HIFU ha mostrado reducción de perímetro en áreas con grasa localizada.
Indicaciones más habituales
Rostro y cuello: flacidez leve‑moderada, desdibujado del óvalo, papada incipiente, cejas caídas y líneas del escote.
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Cuerpo (HIFU corporal): grasa localizada y mejora discreta de la firmeza en zonas seleccionadas (abdomen bajo, flancos, muslos internos…).
No es una cirugía ni sustituye a un lifting cuando la flacidez es marcada, pero cubre muy bien ese espacio de “necesito un empujón sin pasar por quirófano”.
¿Qué sentiré y cuánto dura una sesión?
- Duración/tiempos: una sesión facial típica suele durar 30–60 minutos según zona; corporal, similar por área. Vuelta a rutina inmediata (make‑up y trabajo el mismo día, salvo piel sensible).
- Sensación: calor a “disparos” profundos y molestia tolerable; puede usarse anestesia tópica o analgesia suave según umbral.
- Post: posible eritema o sensibilidad transitoria que remite en horas‑pocos días.
¿Cuándo veo resultados y cuánto duran?
Facial (MFU‑V/HIFU médico): se aprecia cierta tensión inicial por contracción tisular; el cambio relevante llega con la formación de colágeno: de 2 a 3 meses y mejora hasta el mes 6. La duración suele alcanzar 12 meses (algunos pacientes, más), tras lo cual se plantea mantenimiento anual.
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Corporal (HIFU): la reducción de perímetro y la mejora de firmeza se hacen visibles en 4–12 semanas; pueden requerirse 1–3 sesiones por zona, con resultados mantenibles si se cuida el estilo de vida.
¿Es seguro?
Los eventos adversos descritos en literatura son habitualmente leves y transitorios (enrojecimiento, edema, ligera molestia), resolviéndose en horas‑días. Complicaciones significativas son raras cuando el tratamiento se indica y ejecuta por médicos con equipos homologados y parámetros adecuados.
¿Para quién es ideal?
Si buscas tensar y redefinir sin incisiones, con agenda apretada y toleras procedimientos breves.
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Si tu flacidez es leve‑moderada y quieres mejorar el contorno (mandíbula/cuello/escote) o reducir grasa localizada con margen de mejora realista.
No es lo mejor para: flacidez severa, exceso cutáneo marcado o expectativas de “cambio quirúrgico” con una sola sesión. En esos casos, tu médico puede plantear cirugía u otras combinaciones.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Duele?
Se perciben “disparos” de calor profundo. Es tolerable y podemos usar anestesia tópica/analgesia si lo necesitas.
¿Cuándo veré el cambio?
Hay efecto inmediato suave; el gran cambio llega entre 2–3 meses y sigue mejorando hasta 6 meses.
¿Cuánto dura el resultado?
Habitualmente alrededor de 1 año en facial; en corporal, depende del estilo de vida y los ciclos de 1–3 sesiones por zona.
¿Cuántas sesiones necesito?
En facial, suele bastar 1 sesión con mantenimiento anual; en corporal, 1–3 por zona. Tu plan es personalizado.
¿Es seguro?
Sí, con equipos médicos y profesionales cualificados. Los efectos secundarios comunes son leves y transitorios (enrojecimiento, molestia, edema). Complicaciones serias son infrecuentes.
¿Ultrasonido o radiofrecuencia?
Ambos tensan. Ultrasonido deposita energía más profunda y puntual (menos sesiones); radiofrecuencia calienta de forma más difusa y suele requerir más visitas. Tu médico decide según flacidez, zona y objetivo.