RELLENO DE CÓDIGO DE BARRAS
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¿Qué es el “código de barras” facial?
Las arrugas del código de barras son esas pequeñas líneas verticales que se forman sobre el labio superior, justo debajo de la nariz. Se llaman así porque aparecen en paralelo, recordando al patrón de un código de barras. ¿Por qué salen estas arrugas? Principalmente, por la pérdida de colágeno y elastina en la piel a medida que envejecemos, sumado al movimiento constante de los labios al hablar, sonreír, comer o besar. El músculo orbicular de la boca trabaja sin descanso y, con el tiempo, la piel fina de esa zona va perdiendo hidratación y grosor, volviéndose más propensa a quebrarse en arruguitas. Además, factores externos como la exposición solar o el hábito de fumar aceleran su aparición. El resultado son unos pliegues peribucales que pueden dar un aspecto de piel acartonada o más envejecida de lo que nos gustaría.
Estas arrugas peribucales, también conocidas como “arrugas del labio superior” o “líneas de fumador”, afectan tanto a mujeres como a hombres. Su presencia puede hacer que el maquillaje de labios se corra o que sonreír ampliamente nos incomode. Pero no tienes por qué resignarte a ellas: hoy en día, la medicina estética ofrece soluciones efectivas para difuminarlas. La más destacada es, sin duda, el relleno del código de barras con ácido hialurónico.
¿Cómo se trata el código de barras con ácido hialurónico?
El ácido hialurónico es el tratamiento de primera elección para corregir las arrugas del código de barras. Consiste en rellenar esas finas líneas con un relleno dérmico a base de esta sustancia, que es un polisacárido presente de forma natural en nuestra piel. Al infiltrarlo en la zona, el ácido hialurónico hidrata en profundidad el tejido y estimula la producción de nuevo colágeno, restaurando la elasticidad perdida. De esta forma, las arrugas se rellenan desde el interior y la piel recupera una apariencia tersa y suave.
Para tratar las arrugas peribucales con eficacia, el especialista suele emplear la técnica “blanching”, que consiste en realizar microinyecciones muy superficiales a lo largo de cada arruguita. Se infiltra una pequeñísima cantidad de ácido hialurónico en la dermis de cada línea, lo justo para “rellenar” el surco sin aportar volumen excesivo en el labio. Este punto es importante: se usa un tipo de ácido hialurónico específico para esta zona, de baja densidad, que no genera abultamientos indeseados. El objetivo es difuminar las arrugas manteniendo la naturalidad de la expresión.
¿Qué se siente durante el tratamiento? Es un procedimiento minimante invasivo y prácticamente indoloro. Aun así, dado que el labio superior es una zona sensible, suele aplicarse primero una crema anestésica local para mayor comodidad. Muchas veces el propio relleno lleva anestésico incorporado (lidocaína) para hacer el proceso más confortable. El tratamiento en sí dura apenas unos 20-30 minutos, y consiste en una serie de pequeñas inyecciones con agujas muy finas o cánulas, según el criterio del médico.
Tras colocar el ácido hialurónico en las arrugas, el especialista puede masajear suavemente la zona para distribuir bien el producto. Inmediatamente después, el labio se nota un poco adormecido por la anestesia y puede haber leve inflamación. Sin embargo, no te alarmes: en pocos minutos podrás reanudar tu actividad normal. Esta técnica es tan rápida y precisa que el paciente puede volver a su vida cotidiana de inmediato, sin necesidad de baja ni reposo.
En algunos casos, si además de arrugas muy marcadas hay pérdida de definición en el borde del labio, el médico podría sugerir complementar el tratamiento rellenando sutilmente el perfil labial. Reponer un poco el volumen en el contorno de los labios ayuda a sostener la piel donde se forman estas arrugas, potenciando el resultado final. Todo depende de una valoración personalizada; el plan se adapta a las necesidades de cada paciente para lograr la mejor mejoría posible manteniendo la armonía del rostro.